

Agustín López López un indígena tsotsil de la comunidad de Tzontehuitz, municipio de San Juan Chamula apareció asesinado a machetazos la tarde noche del pasado 24 de octubre, no fue difícil dar con el asesino, se encontró a escasos metros del cuerpo sin vida de Agustín, se trataba de Mario, el ex esposo de su sobrina Dominga López López.
Mario es oriundo de San Juan Chamula, sin embargo, estuvo ausente de la comunidad por mucho tiempo, se rumora que regresó después de asesinar a su ex pareja de origen guatemalteco y a su hijo, versión que no ha sido confirmada.
Mario es uno de esos casos de indígenas chiapanecos que no tienen apellidos ni acta de nacimiento, vivió con Dominga un par de años. Del diario la golpeaba con cable, la violaba y la obligaba a tener sexo anal y oral, algo humillante para las mujeres de San Juan.
En varias ocasiones Dominga llego a rastras a casa de su tío Agustín a pedir ayuda con la espalda ensangrentada, el tío Agustín quien fungía además como presidente de la comisión de educación de su comunidad, le dio alojo y protección.
Mario llegó a buscar a Dominga un par de veces a casa de don Agustín de 56 años, pero no pudo verla, a partir de ahí, comenzó a soltar el rumor que mataría al “hijo de la chingada”, los vecinos lo vieron afilar su machete, la propia Dominga alertó a su tío de que se cuidara de Mario.
Don Agustín sabiendo que había obrado de buena fe no hizo caso de los rumores y advertencias, hasta aquel fatídico 24 de octubre en que Mario acabó con su vida.
Mario fue encontrado cerca del cuerpo de don Agustín en calzones, algo inusual en San Juan Chamula, el juez de San Juan interrogó a Mario quien ya estaba amarrado a un árbol, qué hacia cerca del cuerpo y en calzones, a lo que respondió que su pantalón estaba lleno de sangre porque su esposa estaba a punto de parir, de inmediato el juez se trasladó al nuevo hogar de Mario, donde efectivamente estaba su nueva mujer, embarazada pero sin señal alguna de estar a punto de parir.
El juez notó que colgaba del tendedero de ropa un pantalón que escurría agua aún, preguntó a la esposa a qué hora paró de lavar y ésta le dijo que a las tres de la tarde, entonces la cuestionó por qué había un pantalón que todavía escurría agua, a lo que comentó que su esposo llegó con un pantalón lleno de sangre.
Al preguntarle del machete de Mario, la esposa dijo que no sabía dónde estaba, entonces un grupo de habitantes de Tzotehuitz se dio a la tarea de buscar el machete, el arma fue encontrada cerca del cuerpo de don Agustín y efectivamente se trataba del machete de Mario y estaba manchado de sangre.
Con estos testimonios y pruebas la comunidad y el juez enfrentaron a Mario, quien reconoció ser el asesino de don Agustín, ante el temor de que lincharan al delincuente, el juez pidió unas patrullas al Ayuntamiento de San Juan para sacar a Mario de Tzontehuitz y entregarlo a las autoridades.
Actualmente Mario se encuentra en el penal 5 de San Cristóbal, la familia de don Agustín y la comunidad de Tzontehuitz solicitan a las autoridades conducirse con justicia en este caso, ya que Mario no sólo asesino a don Agustín, sino que violentó de manera reiterada los derechos humanos de Dominga.
Pie de foto:
Foto 1: El asesino: Mario
2. La Espalda de Dominga, después de las agresiones de Mario.